y en las sociedades industriales avanzadas se tiende a recortar gastos en los presu-
puestos para la sanidad.
- Un problema de desigualdad de género, que se manifiesta por una total margina-
ción de la mujer en algunas sociedades tradicionales y atrasadas y que incluso en
nuestra civilización tiene exponentes tan vergonzosos como la violencia doméstica
y una subordinación de la mujer al varón, que se da incluso en nuestra Iglesia.
-
U
n proble
m
a de explotación de la infancia bastante extendida en algunos lugares
,
des-
de formas de esclavitud infantil, entrenamiento de niños para servicio de las ma-
fias, para la guerra, y hasta prostitución infantil en amplias zonas tercermundistas.
- Un problema de falta de democracia, que en algunas partes se concreta en gobier-
nos despóticos y tiranos, dictaduras de diversos tipos que no tienen en cuenta la
opinión de los ciudadanos. En sociedades, como la nuestra, donde existe una de-
mocracia formal, se establecen formas de participación ciudadana que desvirtúan
el sentido de la verdadera democracia: control de la prensa por parte de las clases
dominantes, leyes electorales que priman a los partidos ricos y obstaculizan la im-
plantación de verdaderas alternativas políticas.
- Un problema de bajo grado de alfabetización en amplias zonas del mundo. En am-
plias zonas del mundo subsiste este problema, y en nuestra sociedad avanzada, con
el pretexto de la crisis, se tiende a rebajar las partidas presupuestarias destinadas a
la enseñanza y la formación.
- Problemas de genocidio y etnocidio en varios puntos del planeta, minorías sojuz-
gadas, colectivos humanos a los que no se les reconoce algunos derechos huma-
nos, ni siquiera el derecho a la vida, o se les destruye su habitat en aras de la ob-
tención de recursos industriales para las sociedades opulentas.
Esta lista quizá no sea exhaustiva. Por supuesto, no todos los problemas mencionados
son de igual gravedad y urgencia. El orden en el que están enumerados no pretende ser
una calificación o indicativo de la importancia entre ellos. Quizá el problema más grave
de todos es que a nivel social existe muy poca sensibilidad humana, muy poca concien-
ciación en relación a todos esos problemas.
(2) ¿Qué temas consideras que el Foro debiera tratar este año?
La enumeración de los problemas actuales de nuestra sociedad, que es el objeto de la
pregunta anterior, no tendría ningún sentido si no fuese porque íbamos a dedicar nuestra
atención a ellos. Todos esos problemas son importantes aunque, como se dijo, unos son
más graves y más urgentes que otros. Pero no es una cuestión de priorizar. Ninguno de
esos problemas puede esperar. No podemos decir que se debe aparcar el problema del
paro hasta que no se resuelva el del SIDA, o que de debe posponer el problema del SI-
DA mientras no se resuelva el problema de la violencia de género, o que éste debe espe-
rar mientras se atiende al problema del deterioro ecológico del planeta. Los problemas
no se ponen en fila india para que la humanidad los vaya resolviendo uno a uno; se pre-
sentan todos a la vez, y lo que se deja de hacer con uno de ellos redunda en daño para el
conjunto de la humanidad.